Modelo apoyo social

Estudiante: Yail Nayed Isidro.
El apoyo social se ha definido de muchas formas y se le han asignado numerosas funciones cassel (1974) señala la investigación sistemática sobre los beneficios psicológicos de apoyo social. Gerald Caplan en el mismo año apunto a las funciones del apoyo social caracterizándolas por el aporte de un individuo de Feedback validación y dominio sobre su ambiente. Werss señala específicamente seis contribuciones del apoyo  social, sentido de logro, integración social, aprendizaje  afirmación de valía, sentido de fiel alianza y orientación. Cobb  (1976) otro pionero en la investigación sobre apoyo social, surgió que los beneficios de apoyo social se derivan  de la información que ofrece a los individuos respecto a que son amados, estimados y valorados, como miembros de un grupo, el apoyo social refuerza el sentido de valia y ser querido del individuo al percibirse asi mismo como miembro aceptado de un grupo social.
House (1981) lo define conductual orientada a la acción del apoyo social, el apoyo social se define como una transacción real entre dos o más personas en el que da una implicación emocional una ayuda instrumental, información o valoración Shumaker y Browenell enfatizan la acción definiendo el apoyo social como un intercambio entre al menos dos individuos, con el objetivo percibido por el proveedor o el receptor, incrementa el bienestar del receptor. Hobfotl y Stokes ofrecen una interpretación amplia e integradora del mismo definiendo como aquellas interacciones o relaciones sociales que ofrecen a los individuos asistencia real o un sentimiento de conexión a una persona o grupo que se percibe como querido o amado incluyen dos aspectos la conexión social y la interpretación de ayuda, Caplan habla de dos dimensiones de apoyo social objetiva y subjetiva o aspectos más tangibles del apoyo social, aspectos más subjetivos del mismo lo primero recogen aspectos de instrumentación (ayudan) y los segundos a los aspectos de expresión (afecto) del mismo.
El apoyo social es importante para los individuos el apoyo social tiene efectos
directos sobre la tanto física como mental de las personas se centran en efectos que las relaciones sociales tiene sobre la morbilidad y la mortalidad de los individuos, Payne y Jones (1987) e buscan exclusivamente en los estudios que analizan la relación entre apoyo social y sintomatología psicológica.
Definición del apoyo social
El estudio del constructor del apoyo social, es ampliamente aceptada la distinción entre una perspectiva cuantitativa o estructural y una perspectiva cualitativa o funcional, la diferenciación entre la percepción  y recepción del apoyo social, y las distintas fuentes o contextos donde se produce o puede producirse el apoyo social.
Desde una perspectiva estructural se enfatiza la importancia de las características de las redes sociales y de las condiciones objetivas que rodean al proceso de apoyo social. Desde el punto de visa, el interés se centra en los elementos más identificables y objetivos de la red de relaciones sociales de una persona. Es importante distinguir aquí entre los términos red social, apoyo social y red de apoyo. La red social hace referencia a las características estructurales de las relaciones sociales, mientras que el concepto de apoyo social hace referencia a las funciones que desempeña esa red y a sus posibles efectos en el bienestar individual. Por otra parte, mientras que el concepto de red social se refiere al conjunto de relaciones sociales, el concepto de red de apoyo, más restringido, hace referencia al subconjunto de esas relaciones que se desempeñan funciones de apoyo. La dimensión expresiva hace referencia a las relaciones sociales tanto como un fin en sí mismas, como un medio por las que el individuo satisface necesidades emocionales y afiliativas, tales como sentirse amado, compartir sentimientos o problemas emocionales, sentirse valorado y aceptado por los demás, o resolver frustraciones.
Finalmente, diversos autores, aunque con diversas denominaciones, han coincidido en establecer tres fuentes o contextos principales donde tiene lugar el apoyo social. El más externo y general de ellos consiste en las relaciones que se establecen con la comunidad y reflejaría la integración en la estructura social más amplia. Constituyendo un indicador del sentido de pertenencia a una comunidad. El siguiente estrato, más cercano al individuo, consiste en las redes sociales a través de las cuales se accede directa e indirectamente a un número relativamente amplio de personas, proporcionan al individuo un sentimiento de vinculación, de significado o impacto. Finalmente, las relaciones íntimas y de confianza constituyen para el individuo el último y más central y significativo de los estratos o categorías de relaciones sociales propuestas. Esta clase de relaciones implican un sentimiento de compromiso. Efectos del apoyo social en la salud y el bienestar
Los estudios que han relacionado la carencia del apoyo social y el aislamiento social con la mortalidad constituyen la evidencia más dramática acerca de la relación entre el apoyo social y la salud. Los estudios epidemiológicos prospectivos sobre la relación entre el aislamiento social y los índices de mortalidad que se iniciaron a mediados de los años 60 se encuentran entre los más conocidos y citados. Uno de estos estudios fue complementado por Berkman y Syme en Oakland, California. En este estudio más de 4000 personas fueron clasificadas de acuerdo con su nivel de apoyo social, evaluando en términos de su estatus marital, pertenencia a clubes y grupos religiosos y la cantidad de contactos con amigos y familiares. Además se controlaron variables tales como el estatus socioeconómico, la obesidad, ejercicio físico, tabaquismo, uso de alcohol, etc. Después de un seguimiento de nueve años los resultados obtenidos indicaban que los varones con niveles más bajos de apoyo social tenían una probabilidad de morir durante ese periodo 2,3 veces más elevada que otras personas con niveles mayores de apoyo social. Para las mujeres con carencias de apoyo social la desventaja era de 2,8. Pero además, lo que confiere una mayor solidez y credibilidad a este estudio, es el hecho de que sus resultados han sido en EUA sino también en otros países como Suecia o Finlandia (House y otros, 1998). Por ejemplo en Suecia los varones con niveles más bajos de apoyo social tenían tasas de mortalidad cuatro veces mayores a las de aquellos con niveles altos de apoyo (Baron y otros, 1992). El interés por el estudio del apoyo social se despierta fundamentalmente por la asociación positiva entré esta variable e índices de salud, asociación repetidamente observada y que se ha reflejado en un abundantísimo número de trabajos de investigación y revisiones que dejan pocas dudas con respecto a la importante asociación entre la percepción de apoyo social, la salud y el ajuste psicosocial.
Como ha señalado Cameron (1990), aunque la mayoría de las investigaciones son de naturaleza correlaciona y no pueden legítimamente utilizarse para establecer relaciones casuales, siguen constituyendo una excelente razón empírica para creer en la importancia de las relaciones sociales de apoyo.
Si se considera la creciente evidencia empírica acerca de la importancia del apoyo social como un recurso con un poderoso potencial para la prevención y mejora del bienestar físico y psicosocial, es comprensible que la atención de los investigadores se dirija cada vez más a las posibles aplicaciones prácticas de ese conocimiento. Los ejemplos anteriores no sólo subrayan la importancia que las relaciones sociales de apoyo y la integración social tiene en la salud física y mental y en el ajuste social, sino que sugieren una nueva forma de entender la intervención social en la que los recursos sociales del entorno natural pueden desempeñar un rol fundamental en el logro de los objetivos de la intervención.
El redescubrimiento de la importancia de las redes informales de apoyo social
Como se ha podido comprobar, con el ímpetu que adquiere la investigación en el ámbito del apoyo social desde los años 70 se produce un continuo redescubrimiento del valor de las redes informales de apoyo y de la integración social de la persona en su comunidad, desmitificando la creencia de que las grandes estructuras y organizaciones formales en la sociedad moderna han llevado al declive del rol que desempeñan los grupos primarios (familia, amigos, vecinos, comunidad, etc.).
En este proceso de redescubrimiento de la importancia de las redes naturales de apoyo en la comunidad desempeñarán un papel especialmente relevante diversos trabajos de investigación que contribuirían a la consolidación del movimiento de la salud mental comunitaria (Gottlieb, 1981). Uno de los precedentes más relevantes fue una encuesta nacional llevada a cabo a fines de los años 50 en los Estados Unidos  (Joint Comisión on Mental Illness and Health, 1961) con el objetivo de examinar las actitudes del público hacia la enfermedad mental y los pasos que las personas tomaban para resolver sus problemas. Los resultados de este estudio indicaron que sólo una pequeña proporción de los problemas psicológicos, tal y como eran definidos por las personas, llegaban a los profesionales de la salud mental. En su lugar las personas acudían en busca de ayuda a miembros de la familia, amistades, vecinos, iglesia, etc. (Gurin y otros, 1960). Los resultados de encuestas similares (Roberts y otros, 1966; Ryan, q969) y los trabajos de autores como Dunham (1959) quien destacaría la importancia de los recursos informales de apoyo en la comunidad y los grupos de autoayuda en la reintegración del paciente mental en la comunidad, Duhl (1963) quien destacaría el rol de los cuidadores informales en la resolución de los problemas emocionales y en la reducción del estrés, así como de la importancia de ayudar a las personas a ayudar a otras, o Nelly (1966) quien destacaría el papel de los agentes urbanos (peluqueros, porteros, comerciantes, etc.) en el bienestar de la comunidad, despertarían un gran interés por el papel que la fuentes informales de apoyo desempeñan en el proceso de ajuste de los miembros de la comunidad. Trabajos que estimularían el desarrollo de nuevas iniciativas de prevención e intervención con el objetivo de optimizar la calidad de los recursos informales de apoyo en la comunidad.
El apoyo como estrategia de intervención
Ciertamente, no es muy amplio el espacio que se requiere para justificar la inclusión de un tópico como el apoyo social en el contexto de la intervención social y comunitaria. Al pensar, por ejemplo, en la creciente importancia que tópicos como “red de relaciones sociales”, “redes formales e informales de apoyo social” o “sistemas de apoyo comunitario” han adquirido en la programación y diseño de estrategias de intervención comunitaria, tanto como elementos imprescindibles en el análisis de necesidades y de los factores estructurales y procesos que generan y mantienen los problemas sociales, como recursos o técnicas de intervención social y comunitaria, a través de su estimulación, organización y desarrollo, con un gran potencial para promover el cambio hacia un mayor bienestar psicológico y social (Gracia y otros, 1991). Como señala Sánchez (1988), una idea directriz de la psicología comunitaria es que la desorganización y desintegración social y la disolución de redes de apoyo y de grupos sociales primarios (especialmente la familia) presente en las sociedades industriales y urbanas modernas son factores clave en la génesis de los problemas psicosociales actuales (drogodependencias, delincuencia, marginación, problemática familiar…). En este sentido, el restablecimiento del sentido de pertenencia grupal y comunitaria es parte esencial de numerosas estrategias de intervención comunitaria (Sarason, 1974). Desde esta perspectiva, la programación de “sistemas de apoyo comunitario” y el desarrollo y potenciación de “redes informales de apoyo” pueden considerarse intervenciones proveedoras de apoyo social decisivas para el ajuste psicológico y social del individuo, especialmente e aquellos grupos y comunidades más desasistidos, más deprivados y más alejados de los servicios sociales y de salud (Blanco, 1988).
Benjamín Gottlieb (1988b) ha propuesto la siguiente definición de las intervenciones que incorporan el apoyo social: Esfuerzos por optimizar los recursos psicosociales de los individuos que proveen o reciben en el contexto de las relaciones con el grupo primario. Para Gottlieb (1992), las intervenciones basadas en el apoyo social, independientemente de la estrategia que se adopte, difieren de otro tipo de intervenciones puesto que su objetivo fundamental es la creación de un proceso de interacción con el entorno social que sea capaz de satisfacer las necesidades psicosociales de las personas. Estas intervenciones se concentran en las interacciones ya existentes o con otras que se introducen desde el exterior y se convierten temporal o permanentemente en relaciones significativas. Estas interacciones pueden ocurrir en situaciones cotidianas o en situaciones estresantes. En cualquier caso, el propósito de la intervención es la creación de un proceso de interacción que optimice el ajuste entre las necesidades psicosociales de la persona y las provisiones sociales y emocionales que se reciben (Gottlieb, 1992). De acuerdo con el análisis de este autor, las intervenciones basadas en el apoyo social, al contrario que los acercamientos psicoterapéuticos tradicionales, no tienen lugar a través de la interacción directa con un profesional u otra figura formal de ayuda. Es decir, los efectos beneficiosos de la intervención no proceden de las instrucciones o educación que provee el profesional o de su habilidad para crear condiciones que promueven la comprensión psicológica a través del diálogo o modelado con el profesional. Las intervenciones basadas en el apoyo social generalmente implican la interacción directa con el entorno social de la persona y sus efectos positivos son resultado de los recursos que se intercambian durante esta interacción. Estos recursos incluyen la información acerca del self y del entorno, así como la ayuda tangible, el cuidado, la compañía y el apoyo emocional. El rol del profesional, es por tanto, indirecto e involucra esfuerzos para ajustar los recursos del entorno social.
Aplicar el modelo a la problemática elegida en la fase de Identificación de la problemática.
A través del modelo de apoyo social se buscaran herramientas de autogestión con la comunidad afectada por maltrato intrafamiliar en donde se crearan grupos de apoyo en donde por medio de estos vínculos tengan un mejor bienestar y se trabajaran programas de apoyo de las familias. desde el sector salud y sus políticas, el cual  plantea la prevención como un derecho humano y la violencia como un problema basado en género, dado el acceso limitado a los recursos y el poder de parte de las mujeres. Este modelo de prevención de la violencia intrafamiliar, parte del análisis de la violencia en las comunidades, identificando su prevalencia, así como la ruta crítica de las mujeres afectadas, las organizaciones y personas que ayudan a éstas. Busca la movilización social, la organización y creación de redes comunitarias para la atención, el apoyo social frente a las situaciones de violencia. Así mismo establece estrategias de capacitación permanente a su personal - que permita la detección de la violencia en los servicios de salud primaria o reproductiva - así como estrategias de intersectorialidad local para enfrentar el problema.
Red de apoyo:
 Consultoría psicológica
Trabajador social
Comisaria de familia
Enfermeras
Médicos.
Programas de apoyo para las familias:
Promover por media la comisaria de familia la formulación y desarrollo de una política de convivencia intrafamiliar.
Convivencia intrafamiliar fortalecer el buen trato y promover la conformación de red de apoyo social para la protección a las familias donde los servicios de salud harán atención a la violencia intrafamiliar.
Grupo de apoyo a las familias.
Atención y apoyo social psicoterapéutico
Grupos de autoayuda para los agresores y agredidos en fase de seguimiento
Talleres de sensibilización con los agresores para la aceptación de su rol de agresor.
Talleres grupales ya sea por situaciones culturales o de machismos o por presentar distorsiones de su personalidad. Si llega  a ver tratamiento interviene las instancias del ministerio de salud.
Se hará seguimiento en los grupos de autoayuda para reforzar conductas asertivas.
Grupo de apoyo social para el maltrato infantil.
Desde este grupo se satisfacer las necesidades humanas de compañía, sentido de pertenencia  y valor personal, en donde pretende establecer nuevas conductas acceder a la información y habilidades para aprovechar los recursos y servicios de la comunidad.
Modificar el ambiente del niño reduciendo o eliminando la mayor parte de las situaciones negativas que dificulten su desarrollo.
Creación de espacios dedicados a la educación en cuanto a la promoción y desarrollo de una adecuada dinámica en las vinculaciones familiares.
Apoyo Emocional: Proporcionar expresiones de afecto, comprensión, seguridad, confianza y protección.
Apoyo Instrumental: Ofrece ayuda tangible y servicios.
Apoyo Educativo: hará recomendaciones, consejos, sugerencias e información que las personas puedan usar para enfrentar los problemas.

Bibliografía

Análisis crítico sobre prevención al maltrato infantil http://www.psicologiajuridica.org/psj118.html
Modelo de apoyo social. http://www.decatecate.unad.edu.co 
Dialnet- la teoría del apoyo social y sus implicaciones para el ajuste psicosocial de los enfermos oncológicos.  Estrella Dura, Jorge Garcés.
Estrategias de intervención profesional frente a la violencia familiar

1 comentario:

  1. hola! gracias por compartir la información, sin embargo seria bueno la corrección en cuanto a la redacción porque no se entienden todas las ideas.

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