La violencia intrafamiliar es
todo acto u omisión sobrevenido en el marco familiar por obra de uno de sus
componentes que atente contra la vida, la integridad corporal o psíquica, o la
libertad de otro componente de la misma familia, o que amenace gravemente el
desarrollo de su personalidad” (Consejo de Europa, 1986). Tiene como principal
exponente, el maltrato infantil. Por un lado, existe un desconocimiento de la
verdadera magnitud del fenómeno debido a que no se cuenta con estadísticas
reales y que, el tema, en muchos casos se remite a los espacios más íntimos de
la convivencia familiar.
Por otro, las tradiciones
culturales e históricas repercuten en la forma con que cada sociedad afronta el
problema, existen diversas opiniones en cuanto a su definición y clasificación,
así como también a las consecuencias que el maltrato tanto de menores como
adolescentes, pueda tener y su consecuente manejo terapéutico.
Abuso de poder: sobre
personas percibidas vulnerables por el
agresor pues está asociado con variables como el género y la edad de las
víctimas y, entre ellas, las más vulnerables son las mujeres, los niños, los
adolescentes, las personas mayores y las personas con algún tipo de disminución
(física, psíquica o sensorial). La relación de abuso es una situación en la que
una persona con más poder abusar de otra con menos poder para controlar la
relación. Una forma de violencia estructural, pues para que ocurra es necesario
un cierto nivel de aceptación y tolerancia social (de la cultura, el derecho,
la ideología y hacia esa violencia; la violencia familiar no tiene cultura,
raza, sexo, clase social ni edad. Afecta a los derechos humanos no sólo de las mujeres, también de niños,
adolescentes y mayores, hay que tener en cuenta, asimismo, la incidencia de los
fenómenos violentos intrafamiliares ejercidos contra la personas con
discapacidad.
Manifestaciones de violencia
familiar
Física: Daño o
lesiones, como empujones, bofetadas,
golpes, estirones de pelo, mordiscos, patadas, torcer los brazos, golpear con
objetos, quemaduras coerción forzada y limitar movimientos físicos.
Sexual: Contacto
sexual sin consentimiento, cualquier contacto sexual coercitivo o con fines de
explotación, caricias, relaciones sexuales vaginales o anales, ataques a zonas
sexuales del cuerpo. Obligar a ver imágenes o actividades sexuales y amenazar
con contactos sexuales.
Psicológico: Ocasionar
angustia a través del control y limitación de acceso a amigos, escuela o
trabajo; aislamiento forzado, ser testigo involuntario de actividades e
imágenes violentas; intimidación, usar el miedo o el daño físico, las amenazas,
los chantajes, amenazas de suicidio y acoso hacia los demás; destrucción de
propiedades y mascotas.
Emocional. Realizar de
forma habitual críticas, humillaciones, denigración, insultos, silenciar, dañar
la autoimagen.
Material (económico). Explotación
financiera o ilegal y control de fondos y otros recursos necesarios para la supervivencia
económica y personal. Obligar a una persona a ser dependiente económicamente.
Violencia pasiva o negligencia
Negligencia voluntaria Rechazo o
fracaso en las obligaciones de cuidar, incluyendo acciones intencionadas de
causar stress físico o emocional, por ejemplo: abandono deliberado o no proveer
de dinero, alimentos, pobre cuidado de la salud ausencia de afecto y de
protección sexual, etc.
Negligencia involuntaria. Fracaso en
las obligaciones de cuidar, sin intención de causar stress físico o emocional,
por ejemplo: abandono, no provisión de dinero, alimentos, pobre cuidado de la
salud, ausencia de afecto y de protección sexual, etc. debido a ansiedad,
conocimiento inadecuado, pereza o enfermedad.
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